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Caída del cabello después del embarazo

Aunque es completamente normal la caída de cabello tras el embarazo, cuidarlo e intentar paralizar la caída es posible.

Las mujeres se asustan mucho cuando empiezan a tener una caída de cabello excesiva, pero tras el embarazo no te quedas calva. Hay que tranquilizarse e intentar buscar soluciones. Son etapas, más del 60% de las mujeres después de dar a luz experimentan una acusada caída capilar. Esto se debe a las hormonas. Durante el embarazo la calidad del cabello mejora pero es cierto, que durante los meses posteriores al parto se experimenta el caso contrario.

El cabello experimenta tres etapas: anágena, catágena y telógeno. La última etapa es cuando el pelo se cae permaneciendo la raíz para que crezca de nuevo un cabello.

Durante el embarazo los niveles de estrógenos son muy elevados, esto hace que el cabello crezca, al contrario que en el posparto. Los niveles de estrógenos bajan haciendo que el cabello se caiga con mayor facilidad. Los folículos pilosos entran en la fase de reposo: catágena. Si además sumamos el stress postparto, la ansiedad que se produce el nuevo estado la caída capilar es más acusada.

¿Qué podemos hacer?

Lo más importante es cuidar la alimentación. Reforzar nuestra dieta a base de verduras y alimentos que contengan vitaminas del grupo B, Z y C. consumir alimentos ricos en minerales, hierro y yodo.

Por lavar más el cabello no se cae, mantener una limpieza óptima con productos de calidad anticaída. Es recomendable masajear el cuero cabelludo para activar la circulación sanguínea.

Los champús anticaída o lociones que evitan una excesiva caída capilar son necesarios para impedir que el cabello se vuelva frágil.  Cuídalo con bálsamos que hidratan la fibra capilar sin castigarla.

Si han pasado 6-8 meses después del parto y la caída es muy acusada, es recomendable acudir al dermatólogo para un tratamiento más específico. Normalmente la causa es la falta de vitaminas y hierro, pero el médico es la persona indicada para recetar el tratamiento que necesites sin dañar tu salud o la de tu bebé, si aun das el pecho materno.

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