El pelo se cae durante todo el año, aunque sí es cierto, que después del verano se produce una caída capilar más acusada. La media de cabellos perdidos de manera natural oscila entre los 50 y 100 cabellos al día.
Como consecuencia del calor del verano y los rayos UVA, el ciclo del cabello se ve alterado produciéndose una mayor caída de pelo.
Al llegar septiembre nuestro cabello comienza a caerse y notamos menor densidad y volumen, como hemos indicado, es un fenómeno natural que no debe preocuparnos en exceso.
¿Cómo debemos tratar nuestro cabello después del verano?
Después de la oxidación que llega a producir los rayos solares, el cabello necesita una inyección de vitaminas que lo nutran y aporten la hidratación y nutrientes que necesita.
Los complejos vitamínicos especiales para el cabello aportan nutrientes y ayudan a fortalecer el pelo desde la raíz. Los champús anticaída nos van a ayudar, igualmente, a fortalecer el cabello. Tratamientos como Spectral DNC-N están siendo muy demandados por sus resultados de frenar rápidamente la caída del cabello.
Si el verano ha dañado nuestro cabello, su fibra, debemos cuidarlo con productos que añadan hidratación como las mascarillas, acondicionadores o bálsamos que reestructuren la fibra capilar dañada por el exceso de sol.
La caída otoñal no hay que confundirla con problemas de caída de cabello más graves producidos por problemas hormonales, enfermedad, genéticos… Siempre consultar a nuestro dermatólogo si esta pérdida de cabello es excesiva, nos indicará el tratamiento a seguir.