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Estrés y alopecia, dos enfermedades ligadas.

El estrés es un factor muy importante a tener en cuenta en las personas con problemas de calvicie, éste, deriva en muchas ocasiones en una depresión, y ésta, es una enfermedad cada vez extendida. Tanto el estrés, como la depresión tienen un fuerte impacto en la salud capilar, aunque los efectos que se producen en nuestro cuero cabelludo, suelen ser temporales. Según los datos de la OMS, más de trescientos millones de personas viven con depresión, y destaca, que entre 2005  y 2015 hubo un fuerte impacto en la población. La depresión conlleva un bajo estado de ánimo y esto repercute bastante en nuestra salud.

Los últimos estudios realizados demuestran que la pérdida de cabello está íntimamente relacionada con estas enfermedades, y que la caída se produce de forma homogénea y dispersa durante un periodo de tiempo determinado. Realmente, lo que se produce es una alteración del ciclo capilar que afecta a nuestros folículos pilosos  que se encuentran en fase de crecimiento y saltan directamente a fase de caída. Nuestro organismo reacciona ante el estrés y lo hace liberando corticoides, produciendo el folículo piloso y una estimulación que produce el aumento de sebo y la concentración de oxígeno intrafolicular, lo que conlleva un debilitamiento del bello.

Es importante que las personas con alopecia a causa del estrés, no se centren en la pérdida de cabello y busquen el tratamiento para vivir saludable y con un buen estado anímico. El Dr. Horacio Foglia, recomienda afrontar la situación de depresión y a la vez, seguir un tratamiento específico para su alopecia, pues en determinadas situaciones, en muchos casos ésta acrecienta el malestar, especialmente entre los pacientes de entre 18 y 30 años que se muestran muy afectados psicológicamente por la pérdida de pelo.

Ante una caída temporal del cabello no prolongada durante demasiado tiempo, se recomienda acudir a un especialista para que establezca un tratamiento adecuado que sirva para preservar el pelo existente, dándole mayor grosor y más densidad.  La alopecia por estrés puede ser transitoria y una vez superada la depresión,  con la ayuda de tratamientos específicos, podrá recuperarse la mayor parte del cabello perdido.

Vía ES Diario

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